miércoles, 20 de febrero de 2008

Caso Jolie de Vogue

A pesar de haber nacido en la costa, María Cortés nunca se dejó deslumbrar por el mar. Era una niña barranquillera enamorada de París, una ciudad que la conquistó con fotos de revistas donde aparecían mujeres hermosas con frasquitos de perfume, brochas y espejos en la mano. Sus fantasías de niña continuaron vivas a pesar de que ella se convirtió en una señorita que ya no podía hojear las revistas de Francia, porque tenía que dedicarse a estudiar cálculo mercantil y a practicar mecanografía, para convertirse en una secretaria eficiente. María heredó de su madre el incansable espíritu de trabajo y por eso a sus 16 años se convirtió en la mano derecha del gerente de Revlon, donde, además de las tareas de oficina, aprendió a preparar esmaltes, labiales, sombras y cremas femeninas.
"Las vicisitudes me dieron templanza para salir adelante", afirma María, al recordar la consigna que la hizo tomar la decisión de crear la primera marca colombiana de cosméticos. Una noche de 1953, cuando el país vivía la euforia del golpe de estado de Gustavo Rojas Pinilla, María y su esposo prepararon en el garaje de su casa los primeros 15 esmaltes que llevarían la marca Vogue y la bandera francesa en la etiqueta, dos ideas que sacó María de las viejas revistas que guardaba desde niña como un tesoro.
Lo que ella consideró en principio un experimento se ganó el favor de las dos cadenas de almacenes más grandes de la época: el Tía y el Ley, de donde no paraban de llamar a la casa de María para pedir más esmaltes Vogue. "Me sucedió algo muy extraño porque nunca en tantos años de dificultades había llorado y cuando supe que habíamos ganado el primer millón de pesos con Vogue, no pude contener las lágrimas de felicidad", cuenta María Cortés. Alcanzó esa cantidad de dinero en 1958, cuando cada uno de sus esmaltes costaba un peso con 20 centavos.
El resto es una historia de éxitos y prosperidad económica. El trabajo de María fue de tanta importancia para la empresa, que su propio esposo decidió dejar en manos de ella el futuro de la marca. Y ella se encargó de ratificar su excelente gestión cuando logró que el Reinado Nacional de la Belleza adoptara a Jolie de Vogue como marca oficial del certamen. Y la cosecha de éxitos todavía no termina. Hoy los cosméticos Jolie de Vogue se exportan a 12 países del mundo, la empresa cuenta con 960 empleados y más de 400 impulsoras nacionales y acaba de incursionar en México, donde ya está ubicada entre las cinco marcas de cosméticos más vendidas.
Tomado de:
revistadiners.com.
"A Puro Pulso" de
Hollman Morales